Defensora de la verdad, conoce a Argula Von Grumbach
Apr 05, 2023
- Argula fue una mujer valiente. A pesar de su viudez y la muerte de sus hijos, ella defendió la verdad de Dios ante los hombres.
- Argula era una mujer hospitalaria, servicial, comprometida con las obras de amor a otros y amante del hogar.
- No temió a las adversidades por defender la fe descrita en la Palabra, y escribió tratados que, hasta el día de hoy, son de inspiración.
- Nuestra cultura está negando las verdades de Dios en nuestra propia cara, necesitamos estar preparadas y ser valientes.
- A pesar de nuestras circunstancias, sabemos que pertenecemos a otra tierra que anhelamos, por eso la defendemos aquí y ahora.
- Toda circunstancia difícil, Dios la usa para nuestro bien. Nada impide que hagamos su voluntad.
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Defensora de la verdad, conoce a Argula Von Grumbach
¿Quién es?
Argula nació en 1492 en la ciudad de Ratisbona, en la región Bavaria, y murió en 1563. Argula es conocida como la primera reformadora, una gran escritora y noble viuda cuyos escritos teológicos fueron difundidos entre la gente común.
¿Cuál es su historia?
Su padre le regaló su primera Biblia traducida al alemán a la edad de 10 años, pronto se convirtió en una ávida lectora que llegó a memorizar pasajes enteros de la Biblia. Sus padres murieron pronto debido a la peste, por lo que ella se casó con un joven noble llamado Friedrich Von Grumbach. Como muchos, no tardó en leer los escritos de Martín Lutero, con quien inició una comunicación por correspondencia.
En corto tiempo, las autoridades católicas prohibieron la difusión de las ideas de la Reforma, a lo que ella respondió por medio de una carta —conocida como su escrito más famoso— sobre su desacuerdo ante tal prohibición. Debido a su audacia, las autoridades persuadieron a su esposo a “controlar a su mujer”, pero ella no se rindió. Era madre de cuatro hijos, por quienes se preocupaba grandemente sobre la clase de sociedad en la que vivirían. Se caracterizó por ser una mujer inspiradora, controvertida, esposa, madre, escritora dotada, confidente de mujeres y gozosa de la vida cotidiana de su hogar, aun en su viudez.
Al poco tiempo, su esposo murió de una enfermedad, luego su hijo murió en una disputa, y su hija también falleció, quedando sola con un hijo. Sus días finales no fueron mejores. Fue encarcelada, maltratada y obligada a huir de su hogar a pesar de ser una viuda que practicaba la hospitalidad. Su carácter valiente y de fe al defender la esperanza en la verdad de la Palabra nos inspira y motiva a imitarla por su fervor.
¿Cómo puedo imitarla?
Actualmente, vivimos en una sociedad no muy diferente a la de Argula. En muchos países existen prohibiciones de oración pública o de mencionar el nombre de Dios como una autoridad y cosmovisión de vida. Incluso, hay cuentas de Instagram o canales en Youtube que son cancelados porque han hablado o escrito sobre una verdad bíblica que molesta a la cultura de hoy. Defender la verdad de Dios trae muchos conflictos, pero demuestra al mundo que servimos a un Dios más grande y poderoso que los hombres terrenales y lo que ellos prometen.
La prudencia siempre es valiosa. Sin embargo, por el solo hecho de ser cristianas ya somos blanco del mundo; y si somos viudas, aún más. O nuestra conciencia se cauteriza y acomoda para no “tener problemas”, o somos valientes, como Argula, para defender la verdad de Dios. Realmente es una cuestión de afectos. ¿A quién amas más? ¿A ti o a Dios? Argula perdió a su esposo y a dos de sus hijos, quedó viuda y desprotegida, sin embargo, su valentía por la verdad no cesó, sino que incrementó. No se enfocó en su condición y circunstancia, sino en Cristo.
¿Cuál es tu historia? Argula nos enseña que no importan las circunstancias de vida que estés enfrentando, si tu verdad es Cristo, no la vas a negociar, sino que la abrazarás de tal manera que sea tu motivación para que otros conozcan la verdad y sean libres en Cristo. Tu circunstancia es una oportunidad para mostrar al mundo en quién crees. Ella no tuvo una vida fácil, pero su mayor gozo fue hablar las verdades del Dios a quien amaba profundamente.
Estas son unas palabras de su carta más famosa que dirigió a los líderes religiosos de ese tiempo:
«Mi corazón y todos mis miembros tiemblan. En ninguna parte de la Biblia encuentro que Cristo, o sus apóstoles, o sus profetas, hayan encarcelado, quemado o asesinado a personas. ¿Cómo, en nombre de Dios, pueden usted y su universidad esperar prevalecer, cuando despliegan una violencia tan insensata contra la palabra de Dios?… No os envío desvaríos de mujer, sino la palabra de Dios. Escribo como miembro de la iglesia de Cristo contra la cual no prevalecerán las puertas del infierno».
Estas palabras nos recuerdan las palabras de Pedro en su primera carta que dice: “¿Y quién les podrá hacer daño a ustedes si demuestran tener celo por lo bueno? Pero aun si sufren por causa de la justicia, dichosos son. Y no tengan miedo por temor a ellos ni se turben, sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con mansedumbre y reverencia, teniendo buena conciencia, para que en aquello en que son calumniados, sean avergonzados los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo”, 1 Pe 3:13-16.
¿Estás defendiendo la verdad del Señor con tu vida y a pesar de tus circunstancias?
Aprende
¿Qué hizo Argula?
Vive
Lee Hechos 5:17-42. Si tu fueras Pedro, ¿qué hubieras hecho? Examina tu vida frente a este pasaje, y luego ora al Señor según el resultado de tu examen de corazón.
Lidera
¿Cómo puedes defender la Verdad de Dios en dónde te encuentras?
Recursos
https://es.ligonier.org/articulos/comprometer-la-verdad-y-la-practica/
https://somossoldados.org/por-que-contender-por-la-fe/
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