El juicio final
Mar 19, 2025
- El juicio final es una doctrina importante y no negociable; después de la resurrección viene el juicio final, ambas van de la mano.
- El juicio final es un evento único, cuya fecha solo conoce Dios, y en el cual, todo ser humano será juzgado, ya sea por sus obras o en la obra de Cristo.
- Nadie se escapará de estar frente a Dios y ser juzgado por sus obras conforme a su Ley. Dios es justo y su justicia se cumplirá.
- Debido a esta verdad, estamos llamadas a vivir en la expectativa y en la preparación para ese día con esperanza y confianza de nuestra salvación.
- Estamos llamadas a vivir vidas santas e íntegras, abundando en buenas obras que proceden de un corazón regenerado.
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El juicio final
Recuerdo el día que fuimos a ver la película de End Game de la saga de los Vengadores. Cuando estábamos allí, todos queríamos saber quién moriría o quién seguiría, pero sobre todo, cómo el terrible y poderoso enemigo Thanos moriría. La realidad es que todo lo que empieza termina, y nuestra vida no es una película, es real, así como el final de la historia del mundo con el juicio final liderado por Dios, el creador y dueño de todo.
¿Qué es el juicio final?
La doctrina del juicio final se presenta como el momento culminante en el que Dios juzgará a toda la humanidad según sus obras y establecerá su reino de justicia y verdad. Cada persona llegará delante de Dios con sus obras de justicia o con las obras de justicia de Cristo.
Este juicio será justo y completo, ya que Dios escudriñará los corazones y las intenciones de cada persona y pronunciará un veredicto final basado en su justicia perfecta. Como dice: «Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.» (Ap 20:12).
¿Qué tiene que ver con nosotras?
La doctrina del juicio final nos motiva a vivir cada día a la expectativa y en la preparación para ese evento, el cual es una manifestación de la justicia y el amor de Dios. Además, nos recuerda la importancia de vivir vidas santas y piadosas, conscientes de que un día seremos llamadas a rendir cuentas ante Dios por nuestras acciones y actitudes. Como dice el apóstol Pablo en su carta a los corintios: «Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.» (2 Co 5:10).
La certeza que tenemos del cielo, también debemos tenerla en torno al juicio final porque todas nuestras obras y palabras serán sopesadas; nadie se librará de pararse frente a Dios para ser juzgada. Quienes tenemos fe en Cristo no tememos, pero sí tenemos el llamado a vivir en la esperanza y en la confianza de la promesa de la salvación en Cristo, y en obediencia a su Palabra, así como en la misión por la cual nos salvó.
Aunque el juicio final nos confronta con la realidad de nuestra pecaminosidad y la necesidad de redención, también nos recuerda la seguridad de nuestra posición en Cristo. Como dice Pablo en su carta a los romanos: «Por lo tanto, no hay ahora ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús.» (Ro 8:1). Así que, podemos enfrentar este evento con confianza y esperanza, sabiendo que nuestra salvación está asegurada en Cristo y que seremos justificadas por la fe en Él.
Cristo nos llama a vivir vidas de integridad y fidelidad, conscientes de que nuestras acciones y actitudes tienen consecuencias eternas. Como dice el libro de los Proverbios: «El temor del Señor es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santo es la inteligencia.» (Pr 9:10). Recuerda que vivir en el temor del Señor implica hacerlo en obediencia a sus mandamientos y a su voluntad en todas las áreas de nuestra vida sostenidas por el Espíritu Santo.
Además, reconocer la importancia del juicio final nos llama a vivir vidas de amor y servicio hacia los demás. Como lo dijo Jesús en su enseñanza en Mateo 25, seremos juzgadas según nuestra disposición para ayudar a los necesitados y mostrar compasión a los que sufren. Nosotras estamos llamadas a ser luz en medio de la oscuridad y a reflejar el amor y la gracia de Dios en un mundo necesitado del evangelio. Nuestras obras no salvan, pero sí atestiguan que somos salvas; lo que todo el mundo necesita es el evangelio de Cristo porque ciertamente habrá un juicio final.
Conclusión
En resumen, la doctrina del juicio final es una verdad central en la fe cristiana y tiene importantes implicaciones para la vida y la fe de los creyentes. Nos llama a vivir en la expectativa y la preparación para ese día, a vivir en la esperanza y la confianza en la promesa de la salvación en Cristo, y a vivir vidas de integridad, fidelidad y amor hacia los demás. Al enfrentar el juicio final con fe y confianza en Dios, podemos vivir vidas que honren y glorifiquen a su Señor y Salvador Jesucristo el día que nos veamos cara a cara, cuando el verdadero y único Dios diga: el día es hoy.
Aprende
¿Qué te enseña la doctrina del juicio final?
Vive
¿Temes al juicio final? ¿Por qué? Lee 2 Corintios 5:1-10 y resume con tus palabras lo que te enseña, luego, alienta tu corazón y afirma tu fe en este tema.
Lidera
Comparte la esperanza del evangelio con aquellos que no lo conocen. Puedes leer con ellos el evangelio de Marcos, Isaías 55 o bien Isaías 64; también puedes leer con ellos 2 Tesalonicenses.
Recursos
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/juicio-final-biblia/
https://www.compellingtruth.org/Espanol/juicio-final.html
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