¿Hay misticismo en tu cristianismo?
Apr 03, 2024
- El posmodernismo enseña la relatividad de ideas, verdades y pesimismo hacia el futuro, en consecuencia, aconseja hacer desees hacer.
- El progresismo enseña que tú defines qué es la verdad y la realidad según tus sentimientos y preferencias.
- El misticismo enseña que puedes tener relación con lo divino según tus medios, tus experiencias y deseos, siendo «dios» lo que tú elijas.
- El cristianismo es la verdad de Dios acerca del hombre, la verdad de la necesidad del hombre, la verdad de que Dios salva, liberta y hace nuevas todas las cosas, incluyendo al ser humano.
- Guardémonos de seguir otro evangelio, que básicamente, es un evangelio falso, porque solo hay un evangelio: el evangelio de Cristo Jesús, el Unigénito de Dios.
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¿Hay misticismo en tu cristianismo?
Bienvenida al artículo de introducción de nuestra serie: Misticismo en tu cristianismo. Buscamos advertirte sobre los peligros actuales (que no son nuevos, ya lo veremos más adelante) de las diferentes filosofías humanas que se mezclan con el cristianismo, y que, al presentarse como compasivas y lógicas, suponen ser una alternativa para cubrir dos necesidades:
- Una relación con Dios (o el dios que deseen) más profunda.
- Una vida feliz con amor, paz y un sentido de propósito individual.
¿Por qué consideramos que esto es importante? Porque amamos al Señor y amamos a nuestras hermanas en la fe en todo el mundo, y amar es hablar la verdad. No hay acto más amoroso entre los cristianos que decirnos y recordarnos la verdad que nos hace libres (Jn 8:32): Cristo y su evangelio. ¿Estás de acuerdo? Si es así, continúa leyendo y no te pierdas ni uno de nuestros artículos de esta serie para que este año termines equipada y preparada para dar razón de la esperanza que hay en ti (1 Pe 3:15).
El posmodernismo
Es una filosofía que afirma que no hay una verdad objetiva o absoluta, especialmente en materia de religión y espiritualidad. Esto se ejemplifica en la declaración: «Lo que dices puede ser verdad para ti, pero no para mí». Mientras que tal respuesta puede ser totalmente apropiada cuando se discute sobre preferencias de comida o arte, es peligrosa cuando se aplica a la verdad que Dios ha determinado, porque confunde asuntos de opinión humana con asuntos sobre la verdad del Creador.
La razón es reemplazada por los sentimientos y preferencias personales, lo que recae en una variedad de «verdades» que aceptan todo lo que lleva un sello de espiritualidad. Por consiguiente, nadie puede asegurar que su religión sea verdadera y la otra sea falsa. El peligro más grande que el posmodernismo nos ha dejado a los cristianos es el individualismo, que reemplaza el aconsejarnos unos a otros, la disciplina eclesiástica, el pastoreo responsable y las relaciones genuinas, pero solo el evangelio puede arreglarlo.
El progresismo
El progresismo es una ideología que aspira a una pluralidad y diversidad en la que todos los grupos sociales y políticos desean combatir la desigualdad social determinada por el conocimiento actual de las cosas, personas y situaciones, que atenta contra los principios bíblicos de diseño del hombre y la mujer, valores de la familia, ética e integridad moral, enseñanzas tradicionales, así como las pseudociencias que se elevan sobre el conocimiento de Dios.
Según ellos, la tradición evita progresar hoy hacia una visión utópica del futuro que deja fuera a Dios e interpreta la libertad como expresión personal en la que todos deben aplaudir por su supuesta honestidad, dejando a un lado la razón —la verdad. En este sentido, el progresismo se ubica hoy a la vanguardia de las sociedades y de los gobiernos de las naciones, trayendo sus «buenas nuevas» de progreso, es decir, presentándose como un evangelio nuevo, que en realidad es un falso evangelio porque sus promesas no unen, sino destruyen.
El progresismo abrió la puerta a que toda enseñanza sea tomada como válida y verdadera, y no solo eso, sino que, a través de los gobiernos políticos, esa verdad se impone. Por eso, el movimiento LGTBQ+, el feminismo radical, el aborto, el divorcio, la pederastía y demás ideologías tienen un gran acogimiento político al punto de erradicar las verdades de la Palabra de Dios y el derecho a ser cristianos. Como parte de ese multiverso de verdades, se cuela por una pequeña, pero grande abertura, el misticismo posmoderno, que viene a ser el resultado de las ideas posmodernas y la adoctrinación de las falsas promesas del progresismo.
El misticismo moderno
El misticismo enseña la relación entre el hombre y lo divino a través de una concepción religiosa del mundo. Entendemos «lo divino» según la concepción de «dios» en cada religión. El misticismo es una experiencia personal o grupal que une al hombre con Dios (o el dios que deseen), también es una experiencia entre el mundo natural y el mundo sobrenatural que ofrece al hombre paz, felicidad y cierto control sobre lo creado, y en esto colocan su fe, una fe etérea, mística.
Si bien es cierto que las enseñanzas de la nueva era (ya hablaremos más de esta práctica) se asocian con el misticismo, no son las únicas. El misticismo que estamos presenciando y presenciaremos es el disfrute de lo que podemos sentir y experimentar por nosotras mismas. Ya sea una energía positiva, el amor, la experiencia con la naturaleza y el cuerpo, mantras, ejercicios mentales, sanidad con piedras, etc., que si lo piensas bien, es semejante a la brujería o al paganismo del que habla y advierte la Biblia. Los cristianos no estamos exentos de que este tipo de prácticas y enseñanzas acaparen nuestra atención ni de que, incluso, lleguen a la práctica. El permisivismo que viene de la falsa premisa que dice «a ella le ha hecho bien» quita a Dios como la fuente de la verdad, ayuda, del consejo y de la autoridad que debe regir nuestras mentes y formas de vivir.
¿Qué debe hacer la Iglesia?
La tarea de la Iglesia es preservar la verdad tal cual nos fue dada y encomendada. Pablo dice a Timoteo: «Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús» (2 Ti 1:13). Nuestro objetivo es preservar y exponer la verdad apostólica, no añadir nada a ella, no minimizar ni suavizarla (Jud 3).
Afirmo lo que expresé al inicio de este artículo: amamos a Dios y a nuestras hermanas en todo el mundo (Mt 22:36-39), y el auge de estas filosofías solo nos recuerdan dos verdades:
- Cristo ya viene, por eso, hagamos discípulos de Cristo.
- Anhelemos su regreso, porque todo será perfecto.
Pablo también dijo a la iglesia en Colosas: «Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo» (Col 2:8). También exhortó a la iglesia en Galacia, (Gá 1:6-7) y a la iglesia en Corinto, (2 Co 11:3-4). El apóstol Juan también lo advirtió (1 Jn 4:1), y Pedro también (2 P 2:1).
En conclusión, guardémonos de mezclar las ideas posmodernistas, progresistas y místicas en nuestro cristianismo. El cristianismo es el mensaje de la verdad, es el mensaje de Dios que proclama salvación a todos los seres humanos por la fe en Jesús, que trae libertad y felicidad verdadera en este mundo y en el venidero. El cristianismo es la mejor noticia para todo ser humano que verdaderamente busca ser amado y aceptado por el único Dios que lo ha creado (Jn 3:16; Ro 5:8).
En los siguientes artículos, cada una de estas ideas tomará forma práctica, por el momento, esta es una breve introducción de lo que estudiaremos y el propósito es animarte a leer toda la serie y compartirla con otras mujeres. Creemos que será de enorme edificación, ayudará a nuestro discernimiento e información para enseñar a nuestros hijos o hermanos pequeños en la fe que están siendo bombardeados con todo tipo de «ayuda» a sus problemas.
Aprende
Resume con tus palabras qué es el posmodernismo, el progresismo y el misticismo
Vive
Lee 2 Timoteo 3:1-9. Resume con tus palabras la advertencia de Pablo. Luego, contrástala con los versículos siguientes (10-13). ¿Qué puedes aprender de Pablo y Timoteo para vivir hoy en tu día a día?
Lidera
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Recursos
https://www.clir.net/se-predica-hoy-otro-evangelio/
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