¡No puedo dejar de gastar dinero!
Jul 19, 2023- Decimos que no podemos dejar de gastar dinero porque seguimos nuestros deseos.
- Gastamos dinero para obtener aprobación, identidad, valor, facilidad de vida, etc.
- Creemos que estas razones por las que nos endeudamos van a hacernos completas y satisfechas
- Cuando gastamos dinero en lo que deseamos nos volvemos nuestro objeto de adoración.
- Sabernos completas, satisfechas y plenas en Cristo nos ayudará a controlarnos.
- El dinero solo es un medio para cubrir nuestras necesidades, no para las excentricidades del corazón.
- Es Cristo quien verdaderamente ha gastado su vida por la nuestra. ¿No haremos lo mismo?
- Sé agradecida, generosa y llena de gozo con lo que Dios te ha dado.
- Todo lo que tienes le pertenece a Cristo; incluso tú misma le perteneces. Haz todo para su gloria.
En Reformadas tenemos recursos bíblicos para ti. Suscríbete aquí para descargarlos completamente gratis.
¡No puedo dejar de gastar dinero!
Es una emoción que electrifica todo tu ser cuando observas una vitrina con la blusa, el pantalón, los tenis y hasta el reloj que tanto has querido. Entras a la tienda casi en automático, preguntas por la talla y el precio, y la respuesta de la vendedora intensifica tu emoción. Ella dice: —Tenemos de tu talla. Además, todo el outfit está en oferta. (Palpitaciones) ¡Estás destinada a comprarlo!
¿Te ha pasado?
Lo mejor es cuando al día siguiente te vistes de tu nueva ropa sintiendo que eres una mujer renovada. Todas las miradas estarán sobre ti. No podrás evitar llevar una sonrisa en tu mente, es más, hasta crees que la oportunidad que tanto esperabas, llegará. ¡Todo es posible gracias a tu nuevo look!
Puede que pienses que exagero con esta escena, pero estoy segura de que si te gusta gastar tu dinero en ropa, al menos te identificarás con alguna reacción. Aun si no gastas tu dinero en ropa, la emoción por comprar algo que tanto te gusta te une a la misma situación en la que muchas otras nos encontramos debido a la falta de control: no poder dejar de gastar dinero.
¿Por qué gastamos dinero?
Desde que las tarjetas de crédito hicieron su entrada triunfal en este mundo, gastar dinero se ha vuelto más fácil y más riesgoso también. Cualquiera que se haya endeudado alguna vez con una tarjeta de crédito sabe a lo que me refiero cuando digo que es riesgoso. Pero, ¿por qué lo hacemos? ¿Por qué, a pesar de que hemos pasado por deudas, o sabemos muy dentro de nosotras que no debemos gastar dinero fuera de nuestro presupuesto, lo hacemos?
Hay muchas razones. De hecho, hacerte estas preguntas es un buen inicio. Pero si no has llegado a la convicción de que gastas mucho dinero en cosas que realmente no necesitas, probablemente estas preguntas no te serán relevantes. La realidad es que gastamos dinero porque queremos gastarlo. Lo queremos gastar para obtener aprobación o ser aceptadas por alguien o por un grupo específico; para compararnos; para facilitarnos la vida; para obtener lujos que están de moda; o porque no nos podemos controlar ante nuestros deseos.
El problema no es gastar, el problema es que gastamos para satisfacer nuestros deseos que terminan colocándonos en el lugar de juez, es decir, que determina qué es bueno y qué no es bueno para glorificarnos. Venimos a ser nuestro propio objeto de adoración.
El objeto de nuestra adoración
El autor GK Beale dice: “Nos convertimos en lo que adoramos”. En esta declaración hay mucha verdad. Hoy en día, las redes sociales nos muestran una cara de lo que podríamos llegar a ser si tan solo compramos, vendemos, hacemos, gastamos y gastamos en ello para alcanzarlo. ¿Quién se beneficia de tal desmedida? Yo.
El objeto de nuestra adoración somos nosotras mismas porque hacemos todo para satisfacer nuestros deseos sin tomar en cuenta lo que Dios dice y lo que tenemos en Cristo. Siempre digo: si Dios quiere esto para mí, Él me proveerá, ayudará y dirigirá. Este es el mayor problema cuando buscamos ser y tener lo que Dios no nos ha llamado a ser y tener. Es por eso que cuando obtenemos lo que deseamos tenemos esos sentimientos de emoción que producen una identidad errónea: enfoque en nosotras y una identidad basada en lo que obtenemos. El problema es que somos una caja de ídolos que se alimentan, pero nunca se satisfacen.
Nuestra verdadera necesidad: Un Redentor
La verdad es que nuestra mayor necesidad no es tener dinero para gastarlo en nuestros deseos, es gastar nuestro tiempo en lo que necesitamos: a Cristo. Nuestro Redentor gastó toda su vida al encarnarse, vivir perfectamente y sin pecado, morir en una cruz, resucitar y ascender al Padre para estar por nosotras en toda situación y para satisfacernos con su amor y gracia, identidad, propósito, llamado y misión que verdaderamente es su plan para nosotras.
Gastamos dinero porque obtenemos placer, alegría, satisfacción, identidad en lo que adquirimos. Pero, ¿acaso no tenemos todo eso en Cristo? Lo cierto es que nos podemos engañar fácilmente al decir que lo necesitamos, la pregunta final sería: ¿esto trae gloria a tu Redentor? Como hijas de Dios, todo lo que hacemos representa a nuestro Redentor. Olvidamos que no nos pertenecemos, que nuestros recursos no nos pertenecen, todo nos ha sido dado por gracia para honrar a Dios y administrar bien lo que Él ha proveído.
¿Cómo gastar?
Entonces, ¿cómo gastamos bien aquello que nos ha sido dado? Algunas ideas prácticas: haciendo un presupuesto, pidiendo consejo, acompañándonos de hermanas a quien rendir cuentas y que nos puedan ayudar a dominar nuestro deseo desmedido en gastar dinero, dominando nuestros deseos al hacernos preguntas como: ¿Por qué lo quiero comprar? ¿Qué deseo obtener? ¿Realmente lo necesito? ¿Me sentiré más feliz si lo obtengo?
Estoy convencida de que hay verdades y principios bíblicos que conocemos, el buen o mal uso del dinero es una de esas verdades, y aún así, no la vivimos. Refiriéndose al dinero, Jesús dijo: «donde esté tu tesoro, allí también estarán los deseos de tu corazón» (Mt 6:21). Me encanta que Jesús sea tan consistente con su enseñanza acerca de la raíz de donde procede todo lo que hacemos: el corazón (Mt 15:15-20).
Es por ello que necesitamos conocer y vivir el evangelio, el cual renueva nuestra mente para transformar todas las áreas de nuestra vida: es decir, lo viejo conocido debe ser reemplazado por lo nuevo que estamos conociendo al leer la Palabra y al encontrarnos con el carácter de Dios para imitarlo. Si el Espíritu Santo ha traído convicción a tu corazón sobre cómo gastas tu dinero y en qué, ya sea a través de este artículo, de una prédica, o una circunstancia difícil, pide perdón a Dios por hacer de otras cosas tu objeto de adoración, de identidad y de seguridad.
Luego, pídele que te ayude a trabajar en tu corazón acerca de esos deseos, pensamientos y motivaciones que hay detrás. Busca a alguien con quien caminar. Estoy convencida que por eso Pablo dijo acerca de la libertad cristiana: «Todo me es permitido, pero no todo es de provecho» (1 Co 10:23).
Sí puedes dejar de gastar dinero. Sí puedes dominar tus deseos y ansiedad cuando encuentras en Cristo todo lo que tu alma necesita. No necesitas ropa nueva para estar animada en un nuevo día, no necesitas un teléfono nuevo para tener aprobación, no necesitas viajar para que seas conocida, no necesitas una casa bien decorada para ser aceptada, no necesitas nada de esto para saberte amada, perdonada, aceptada y completa. Solo necesitas a Cristo y su Palabra. Comparte con otros, sé agradecida por lo que tienes, y vive con el gozo puesto en Cristo.
Aprende
¿Por qué gastamos dinero?
Vive
¿Has tenido consecuencias por no dejar de gastar dinero? Piensa en algunas. Luego, lee 1 Timoteo 6:3-11. Resume con tus palabras lo que Pablo está diciendo. Responde: ¿Cuál es la conexión con las falsas enseñanzas y el dinero? ¿Cuál es la razón que Pablo da en el versículo 10? ¿Cuál es el consejo que Pablo da a Timoteo en el versículo 11? ¿Cómo lo puedes aplicar a tu corazón?
Lidera
¿De qué manera enseñas a otras el correcto manejo del dinero?
Recursos
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/engano-riquezas-dinero/
https://integridadysabiduria.org/he-puesto-mi-confianza-en-el-dinero-preguntas-y-respuestas/
¡Únete Reformadas hoy!
Y accede a los estudios Bíblicos gratuitos que satisfacen tu alma y aumentan tu fe.