Reseña: De gloria en gloria, un evangelio que salva y santifica
Sep 30, 2023
Reseña: De gloria en gloria, un evangelio que salva y santifica
Escrito por Sugel Michelén
Por Susana de Cano
Considero que hay un despertar en Latinoamérica acerca de la sana doctrina que nos apunta a las verdades del evangelio que nuestro Dios inmutable nos ha dejado para conocerlo y seguirlo. Nuestro corazón se toma paseos en el parque del mundo, y cuando los paseos no resultan llenar sus deseos, el trueno de luz lo regresa al camino donde encuentra lo que siempre han necesitado: a Cristo.
Es por ello que no podemos dejar de recomendar el libro reciente, escrito por el pastor Sugel Michelén, De gloria en gloria, un evangelio que salva y santifica. En este libro, el pastor nos regresa a esas verdades doctrinales que son centrales en la vida de todo cristiano, que son históricas y necesarias. No cabe la menor duda de que el pastor tiene la misma pasión que nosotras en recordarnos la importancia de que Cristo debe ser el centro de nuestras vidas a través del estudio de lo que Dios ha hecho en el que conocemos como el evangelio.
El pastor dice: “Lo que en realidad necesitamos es volver a contemplar a Cristo en el evangelio una y otra vez, volver a colocarlo en el centro de nuestros afectos y admiración”, (p. 190). Lo cierto es que, en este mundo, nunca terminaremos de comprender toda la belleza que reside en la persona y obra de Cristo, en su vida, muerte y resurrección, al que toda la Biblia apunta. Y creo que es maravilloso que así sea, porque nos permite seguir leyendo, estudiando, orando y buscando más de Dios, lo cual jamás tendrá desperdicio.
El libro tiene trece capítulos que tienen un hilo conductor en cuanto a la razón de por qué necesitamos el evangelio. Explica de manera práctica y profunda qué es el evangelio, el problema del hombre, la obediencia de Cristo en nuestro lugar, la sustitución de Cristo por nosotras en la cruz, la belleza de la unión con Cristo, el poder de conversión que obra el Espíritu Santo en cada corazón, la justificación, la adopción, santificación, preservación para una esperanza gloriosa. Todo el libro es valioso, pero quizás, los últimos cinco capítulos, que se refieren a cómo vivir el evangelio, son los que reiteran lo valioso de leer este libro.
El autor habla sobre cómo somos transformados diariamente de gloria en gloria, de los peligros sobre la idolatría y el legalismo, así como la responsabilidad que tenemos como creyentes de obedecer la Palabra de Dios mientras crecemos en nuestra santificación progresiva, la que, por cierto, es un proyecto de comunidad, no de aislamiento. El último capítulo se refiere a la motivación del evangelio que tiene que ver con la gloria de Dios y su amor por nosotros, su pueblo.
Lo que más aprecié de la lectura de este libro es el tono amoroso y a la vez firme de regresar a Dios por medio de su Palabra y en el poder del Espíritu Santo. Cada página es un megáfono a nuestro corazón sobre la verdad desnuda de quiénes somos y quién es Dios, y en mi caso y seguramente el de muchos más, de cuánto necesitamos conocer más de Él de manera que nuestra vida sea realmente transformada y distintivamente vivida frente al mundo que hoy nos rodea.
Aunque seas cristiana desde hace mucho tiempo, este libro te llevará de regreso a tu primer amor, pues está lleno de versículos que hemos leído sobre verdades profundas que nuestros corazones necesitan, pero que muchas veces pasamos por alto. En lo personal, la verdad de que estamos unidas a Cristo fue verdaderamente alentador, porque, como toda la salvación no es obra mía, el saber que Cristo está unido a mí a pesar de mí me trae a la reflexión de quién es mi prioridad.
El autor dice sobre esto: “La unión con Cristo es la verdad central de toda la doctrina de la salvación” (p. 67). La naturaleza de la unión con Cristo es sobrenatural, espiritual, orgánica, vital, exhaustiva, misteriosa porque trasciende por completo el entendimiento humano (Ef 5:32) (p.73-75). Esto nos provee de una nueva identidad, nos da nuevos deseos y la capacidad para obedecer porque Dios mismo está en nosotras asegurando nuestro nuevo destino: una eternidad con Él (p. 77-78).
Hermana, un verdadero científico te afirmaría que, para testificar su descubrimiento y su eficacia, pasó días y años estudiando el mismo tema hasta que se volvió experto, tan experto que no solo vive lo que descubrió, sino que sabe responder a otros sobre el tema. Así pues, los cristianos somos llamados a testificar y vivir lo que conocemos de Dios, a seguir perfeccionándonos en ello porque nuestra vida en este mundo aún sigue. Y la verdad es que fuimos creadas para Dios, para la alabanza de su nombre (Ef 1:6). ¿Cuánto sabes del evangelio que te es suficiente para vivir y enseñar a otros? ¿Cuánto de tu vida testifica que Cristo es tu Señor y Salvador? Sigamos creciendo en el conocimiento de nuestro Dios.
Sobre el autor
Sugel Michelén (MTS) es miembro del concilio de Coalición por el Evangelio. Ha sido por más 35 años uno de los pastores de Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo, en República Dominicana, donde tiene la responsabilidad de predicar regularmente la Palabra de Dios. Es autor de varios libros y junto con su esposa Gloria tienen 3 hijos y 5 nietos. Puedes seguirlo en Instagram o Twitter.
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