Se busca amiga para relación duradera
Feb 12, 2025![Se busca amiga para relación duradera](https://kajabi-storefronts-production.kajabi-cdn.com/kajabi-storefronts-production/file-uploads/blogs/2147498222/images/e61c5ca-cfbf-85a-cc2f-6cf66e76b107_Blog-Amigas.jpg)
- Hemos desestimado la verdadera amistad porque culturalmente somos amigas de todas.
- Hay amistades buenas, pero también hay amistades peligrosas.
- Sí existe la amistad fiel, eso es lo que queremos para todas nosotras.
- Hay esperanza, pero necesitamos el evangelio.
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Se busca amiga para relación duradera
Hace un par de décadas, cuando me preguntaban acerca de mi personalidad, solía describirme como una persona «amiguera». Consideraba que tenía muchos amigos y amigas porque me reunía con una decena de personas todos los días por las tardes que nombraba mis amigos, creo que ellos también me veían así, como una amiga.
Así fue como durante muchos años pensé que mi vida estaba rodeada de amigos y amigas, sin embargo, con el paso del tiempo y el cambio de etapas en mi vida, me di cuenta de que en realidad no tenía tantos amigos como pensé y, mucho menos, amigas.
Estoy convencida de que hay amistades temporales, las cuales Dios usa para cumplir algún propósito en nuestras vidas en ese momento, y eso es bueno. También habrá amistades que Él permitirá que duren por siempre, para cumplir otros propósitos en nuestras vidas.
Así pues, aunque en la cultura latinoamericana es muy común decirle «amiga, amigo» a todo el mundo y no está mal, quizá, nos hemos acostumbrado a que la amistad sea eso. Vamos a ponerle gasolina al coche y le decimos amiga o amigo a la persona que nos atiende, sin contemplar que la Palabra expone que una verdadera amistad da su vida por los demás.
Amistades peligrosas
La Biblia tiene un gran número de versículos e historias que nos enseñan cómo luce una amistad que tiene como fundamento el evangelio, a Cristo mismo. Podemos leer la amistad entre David y Jonatán, la amistad entre los discípulos de Cristo, así como la amistad de Cristo con ellos también. Proverbios 18:24 (NVI) nos dice que «Hay amigos que llevan a la ruina y hay amigos más fieles que un hermano.», y es así como se expone que no todas las amistades son de bien. Hay algunas que nos llevan a pecar, que nos inducen a algunos vicios, que lenta y sutilmente nos van alejando de Dios.
También existen amistades que en apariencia son buenas, pero en el fondo son verdaderamente peligrosas porque envidian, quieren ver nuestro mal, buscan acabar con nuestra felicidad, estabilidad, paz, etc. Y eso no es nuevo, ni un secreto, porque nosotras no estamos exentas de experimentarlo.
Con tristeza puedo decir que es común ver que las amistades —aún entre creyentes— no siempre buscan el bienestar del otro, lo cual es un recordatorio de la caída y de que nada es como debía haber sido.
Amigos fieles
No obstante, aunque vemos el efecto del pecado en algunas amistades, también podemos ver la gracia que Dios ha derramado en nosotras por medio de Cristo, nuestro amigo fiel. Es por Él que podemos experimentar cómo es que luce la verdadera amistad; es por Él que sabemos que a pesar de la pecaminosidad que existe todavía en nosotras, no estamos perdidas, hay esperanza, aún podemos ser y mostrarnos amigas unas con otras.
Amistades fieles, que están dispuestas a amar en todo tiempo, [1] a caminar la milla extra junto a nosotras, a ver por las necesidades de la otra y a escuchar lo que hay en nuestros corazones. Amistades que oran por la vida de sus amigas constantemente, que hablan la verdad sin temor a sonar duras porque buscan a toda costa el bienestar de la otra. Como bien dice Proverbios 27:6: «Más confiable es el amigo que hiere que los abundantes besos del enemigo.».
Amigas que, en su fidelidad, están dispuestas a perder la amistad por hablar la verdad por más cruda y dura que esta sea, solo para que su amiga no se pierda y venga a Cristo; esas son las amigas que deberíamos ser.
El evangelio y la amistad
Primeramente, necesitamos el evangelio en nosotras, pues saber de la vida, la muerte, la resurrección y la segunda venida de Cristo cambia la perspectiva de nuestras amistades.
Aunque hayamos tenido malas experiencias con personas que creíamos amigas, es muy probable que en algún momento nosotras hayamos sido la mala experiencia para alguien más. En algún momento, con seguridad, sentimos envidia de alguna de nuestras amigas o tuvimos el deseo de tener lo que ellas tenían, y a pesar de que no es el propósito de este artículo, es importante mencionarlo.
Asimismo, considero importante exponer que no siempre somos las víctimas en una amistad, estoy segura de que cualquiera de nosotras ha sido victimaria, ¡y por eso necesitamos a Cristo! De Él aprenderemos cómo ser buenas amigas; Él es el mejor ejemplo y nuestro estándar a alcanzar. Y podemos verlo con más claridad cuando el apóstol Pablo dijo: «Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.» (Ro 5:7-8).
¡Qué mejor muestra del amor y la amistad!, ¿no crees? Es Cristo quien nos ha modelado cómo luce la amistad; es Cristo quien nos da la esperanza de que podemos cambiar la forma en la que hemos brindado nuestra amistad. Es en Él que encontramos la esperanza de tener amistades significativas, en las que podamos ver siempre por el bienestar del otro. Es Él quien lo ha hecho, y nosotras solo debemos responder en obediencia y con fe de que lo haremos cada vez mejor.
«Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.». (Jn 15:13, NVI) ¡Ese es el verdadero ejemplo de la amistad! Quizá no daremos literalmente la vida por la de nuestras amigas, pero sí podremos estar con ellas, guiarnos unas a otras a Cristo y recordándonos las verdades del evangelio. Oremos por amistades cimentadas en Cristo, oremos por ser la amiga que otra mujer necesita, oremos por modelar la amistad que Cristo nos modeló primero.
Aprende
Lee con detenimiento Juan 15:14-15 y medita en cómo el que Cristo nos llame amigos, cambia nuestra forma de ver la amistad con otras.
Vive
¿Cómo te defines como amiga? ¿En algún momento de la lectura de este artículo el Espíritu Santo te dio convicción acerca de la amistad que has brindado a otras mujeres? ¿Qué harás diferente?
Ora a Dios, pídele que te ayude a tener amistades genuinas, firmes y duraderas. Ora por un corazón humilde y enseñable que esté dispuesto a amar a sus amigas como Cristo nos ha modelado.
Lidera
Llama a tus amigas y déjales saber lo bendecida que has sido con su amistad. Háblales de las formas en las que has podido ver a Cristo en ellas y en su relación de amistad.
Recursos
https://www.avivanuestroscorazones.com/joven-verdadera/blog/como-ser-una-buena-amiga/
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/secreto-amistades-fuertes/
[1] c.f. Prov. 17:17
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