Activa en la política y en el Reino de Dios
Sep 28, 2021
-La Biblia no considera el ejercicio y el estudio de la política como pecado (Col 3:17).
-Pero la Biblia nos recuerda que antes de una vocación somos hijos de Dios (1 Jn 3:1). Por lo tanto, necesitamos vivir conforme a esa identidad y a la Palabra (Gal 5:1).
-Las tentaciones en el ámbito político llegarán, pero debes perseverar siendo luz (Mt 5:13-16).
-Aunque somos peregrinas y extranjeras, respetamos el gobierno que Dios colocó (Ro 13:1-2).
-Si el gobierno promulga leyes contra la Biblia, somos llamadas a no imitarlas (2 Co 6:14-15).
-Ora por las autoridades y sé una servidora en verdad fiel a tus hermanos y prójimo (1 Ti 2:1-2; 1 Pe 2:11-18).
Activa en la política y en el Reino de Dios
¿Participar en la política es pecado?, ¿está en contra de Dios? ¿Estudiar leyes es una vocación mundana?
¿En algún momento te has hecho estas preguntas? Quizás has escuchado que alguien murmure o juzgue a otro por escoger esta profesión, o bien, por aceptar empleo en esta área de la sociedad. Si bien es cierto que los políticos —cristianos y no cristianos —se han burlado del pueblo y de las leyes al corromperse, no es este el problema ni su raíz para llamar santo o no a alguien que participa en la política. El problema siempre es el pecado.
Por ejemplo, ¿sabías que Lutero, el famoso reformador, estuvo a favor de que un cristiano fuese magistrado? Desde tiempo atrás, en el desarrollo de nuestra historia, ha habido movimientos que han satanizado, sobre espiritualizado o liberalizado estas posiciones políticas que se han sujetado al pensamiento de separación entre la iglesia y el Estado.
Si bien las ciencias políticas están para el bien común del ciudadano, esté “bien” —para los cristianos— debiese ser informado por lo que la Biblia llama “bien”. Claramente, para los cristianos, la ley de Dios está por encima de la ley de los hombres, pero el Señor nos llama a honrar a nuestras autoridades porque Él las ha colocado con el fin de ser glorificado.
¿Qué dice la Biblia sobre la política?
La Biblia no condena la ejecución del ejercicio político. Ya hemos dicho que busca el bien común, o darle un orden funcional y justo a la sociedad, buscando la justicia y equidad. Nuestro dios dio leyes a su pueblo y una forma de gobernar. Solo basta con recordar los libros históricos de 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes y 1 y 2 Crónicas, en los cuales los reyes estaban llamados a velar por los ciudadanos del pueblo de Dios, de manera justa e íntegra.
Además, comprendamos que los gobiernos actuales no están bajo el mando directo de Satanás y sus demonios, sino bajo la autoridad de hombres falibles que Dios ha permitido que gobiernen según su plan para su pueblo y para la humanidad. Pero recordemos que cada individuo es responsable delante de Dios de sus actitudes.
¿Cómo se ve un cristiano en la política?
Primero, los cristianos debemos de someternos a las autoridades políticas (Ro 13:1-2) y reconocer que dichas autoridades han sido establecidas por Dios para nuestro bienestar (1 Pe 2:13-15). Dios nos ha mandado a orar por ellas (1 Ti 2:2-3), y me parece que es lo mejor que podemos hacer.
Segundo, el político necesita mostrar coherencia entre su hablar y actuar. Seguramente, le implicará algunas discusiones, burlas y rechazos. Tal vez se le dificulte ascender en algunas posiciones, pero su teología debe informar su vocación. Además, enfrentará tentaciones de todo tipo, pero necesita perseverar en lo que es bueno, justo y digno para traer gloria al que le ha salvado y es su Señor.
Tercero, el político o estudiante necesita recordar que no vive para la vocación que está profesando, vive para una persona: Cristo Jesús. Su forma de vida es por la fe bíblica. La Biblia podrá ser burlada, mal usada, descontextualizada, pero el cristiano fiel vivirá de acuerdo a ella, porque es el Señor quien lo compró y quien lo ve. Cada día, su temor al hombre necesita ser sustituido por el temor al Señor.
Cuarto, quienes no somos políticas, pero sí espectadoras afectadas o beneficiadas por el tipo de política que se realiza en nuestros países, somos llamadas a orar por nuestras autoridades y también a velar por la justicia y el derecho de Dios. Gobiernos que no tienen la Biblia como su guía y a Dios como su dios no obrarán con justicia, y nosotras defendemos lo que atenta contra la Biblia.
Dios puede usar a los políticos para hacerle un bien a su pueblo, como pasó en el libro de Ester, y también puede usarlos para reprenderlo, como vemos en los tiempos del libro de Jueces. Solo necesitamos guardarnos de no caer en un fanatismo sesgado donde la política rija más la vida cristiana que la Palabra de Dios.
Dios es soberano
Mayormente, recordemos, sea cual sea el gobierno político que cada nación tenga, que Dios está por encima de cualquier autoridad. Solo Dios salva y Él usa todo para sus propósitos y sus planes. Un presidente no salva, un gobierno no salva. Estemos vigilantes de cómo respondemos a Dios según su Palabra, ya sea que seamos políticos o no, ser hijos de Dios conlleva una representación de Aquel que es justo y santo en nuestras naciones, el verdadero y único Rey.
APRENDE
Ya sea que planees estudiar política, o estés laborando como político en el gobierno, recuerda que esa solo es una vocación, más no tu identidad. Eres llamado a realizarlo desde el fundamento de que eres su hija. Un gobierno no salva, solo Cristo salva. Pero lo que haces en su nombre colabora a sus propósitos.
VIVE
Vive como extranjera y peregrina (1 Pe 2:11) y haz el bien a quienes puedas (Gal 6:10). Da al César lo que es del César (Mt 22:21). Honra a tus autoridades (Ro 13:1). Paga los impuestos (Ro 13:6-7). ¿Cómo estás viviendo a la luz de esto? ¿Cómo estás siendo usada para ser la luz y la sal de la Tierra, tanto como política como ciudadana frente a gobiernos anti cristianos? Ora todas las noches por los gobernantes y por los políticos de los países como la Palabra lo pide.
LIDERA
Si tienes amistades o familiares que participan en la política y no son cristianos, háblales de estas verdades en la Palabra.
RECURSOS
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/deben-los-cristianos-inmiscuirse-la-politica/
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