Ciencia y fe unidas en una mujer: conoce a Katherine Johnson
Jan 04, 2023- Katherine Johnson desafió la época, el género, y la profesión en el Siglo XIX.
- Fue una matemática excepcional conocida como “la computadora viviente de la NASA”.
- Desde muy pequeña manifestaba interés por el cálculo, contaba sus pasos a la iglesia, así como contaba las estrellas.
- Fue parte del coro de su iglesia presbiteriana por 50 años, a la cual no faltó ni dejó de servir.
- Fue parte importante y esencial para el grupo de matemáticos que realizaron los cálculos para colocar al primer hombre en la luna.
- Es admirada por su perspicacia, exactitud en sus cálculos geométricos y matemáticos, talento que la posicionó en la NASA.
- Su fe la sostuvo, sin permitir que su reconocimiento a base de su trabajo la desenfocara de su labor ministerial.
¿Te apasiona el estudio bíblico? ¡Tenemos muchos recursos para ti! Suscríbete aquí para acceder a ellos de manera gratuita.
Ciencia y fe unidas en una mujer: conoce a Katherine Johnson
¿Cuántas de nosotras vivimos nuestros días sin mirar el cielo, sin admirar las flores, o buscar las estrellas por las noches? Si tan solo prestamos más atención a la belleza de la creación para admirar a nuestro Dios, viviríamos en mayor asombro de lo maravilloso que es Él. Este es el mensaje que Katherine Johnson nos enseña en este artículo. Acompáñanos a descubrirlo.
¿Quién es Katherine Johnson?
Katherine Johnson fue una mujer afroamericana conocida como “la computadora viviente de la NASA”. Katherine Johnson nació en agosto de 1918 en Virginia Occidental. Desde pequeña, expresó un amor por la iglesia, cantó en el coro de la iglesia Presbiteriana de Carver por 50 años, y le encantaba ver las estrellas. Creció en una época racial difícil, por lo que, en general, había pocas oportunidades para los afroamericanos.
A pesar de la difícil situación, se convirtió en una excelente matemática que realizó los cálculos de las trayectorias de los primeros vuelos espaciales de Estados Unidos que llevarían al hombre a la luna.
Se dice de ella que desde pequeña todo lo calculaba y contaba, desde platos, escaleras, hasta las estrellas. Luego de graduarse con honores de bachiller, Johnson renunció a la investigación y se ocupó tiempo completo a su familia. No fue hasta 1950 que un pariente le avisó que el National Advisory Committee for Aeronautics (NACA) estaba buscando nuevos empleados, específicamente “calculadoras” para su Departamento de orientación y navegación. (Si quieres aprender más sobre la ciencia y Dios, puedes leer nuestro artículo https://www.reformadas.com/blog/la-ciencia-para-la-gloria-de-dios)
¿Cuáles fueron sus buenas obras?
Katherine Johnson superó los prejuicios y se destacó en su trabajo. Se le comparó a una hoja de cálculo de Excel viviente. Ella realizaba cálculos para los ingenieros y comparaba que lo que hacían fuera correcto. Trabajó durante muchos años hasta que NACA se convirtió en NASA. Ella se encontraba entre las 1000 mujeres que trabajaban allí, pero solo había 80 afroamericanas que tenían baños apartados para ellas.
Una de sus características era preguntar. Las mujeres no se atrevían a realizar preguntas sobre su trabajo, sin embargo, Katherine, por su conocimiento en geometría y matemáticas, no solo preguntaba, sino que aportaba. Así logró estar en las reuniones de los equipos de ingenieros, y en 1962, cuando Kennedy envió al primer hombre a la luna, Johnson formó parte del equipo de las distintas misiones que tenían. Así fue como ella ayudó en este evento pivotal. Katherine continuó trabajando para la NASA hasta 1986. Se jubiló después de treinta y tres años de servicio, y en 2015, el presidente Barak Obama la condecoró con la Medalla de la Libertad, la única mujer que hasta el día de hoy ha recibido tal honor.
¿Cómo podemos ser alentadas a maravillarnos de Dios?
Katherine falleció en agosto del 2018. Muy poco escuchamos sobre ella y su trabajo en los medios, y aún menos sobre su fe cristiana. En su camino a cantar a la iglesia, ella siempre contaba sus pasos. No claudicó por el tiempo difícil en el que se estaba desempeñando, y en algún momento dijo: “Mi Señor es mi fortaleza, Él está conmigo, no temeré lo que pueda hacerme el hombre” (Paraf Sal 118:6-9).
Por hacer separaciones entre lo creado y las actividades religiosas, nos perdemos de trabajar en los talentos que Dios nos ha dado, que nos obstaculiza de encontrar a Dios en lo creado. Ella encontró que la matemática es conocimiento para explorar la creación de Dios, así como un talento y pasión por esa rama para mostrar que el conocimiento extraordinario proviene de Dios. Su fe no fue trastocada, no menguó, no dejó de cantar en el coro y de asistir a la iglesia porque ese era el lugar donde ella tomaba fuerzas.
Cuando nos desenfocamos, mientras realizamos nuestro trabajo fuera de las cuatro paredes del edificio que llamamos iglesia, podemos caer en ver el éxito terrenal y la aprobación del hombre como una meta a alcanzar. Sin embargo, de lo que más podemos aprender e imitar de Katherine es en usar los talentos de Dios para su gloria. Aunque en el mundo conoció a Katherine más por sus talentos que por su fe, ella jamás negó su fe, jamás dejó de practicarla, simplemente la vivió en donde Dios la colocó.
Todas tenemos talentos y dones dados por Dios, ¿cómo los estamos usando? Es implícito que los usemos para la gloria de Dios y el avance del evangelio sin dejar de ser eficientes en lo que hacemos. Nuestra vida glorifica a Dios, así como los cielos, las estrellas también lo hacen, pues todo ha sido creado para su gloria (Ef 1:6).
Nuestra vida cristiana debe estar marcada por perseverar en caminar hacia adelante con lo que Dios nos ha dado, no claudicar, sino perseverar, aunque el camino se vea difícil, aunque las épocas de vida que nos tocan vivir estén llenos de obstáculos, Dios ha prometido sostener a los suyos y perfeccionarlos hasta el día de Jesucristo (Fil 1:6), así que persevera en tu caminar cristiano usando los dones que Él te ha dado para su gloria.
Así lo afirmó: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?”, Sal 8:3-4. Y nosotras decimos ¡amén!
Aprende
¿Qué aprendes de la vida de Katherine?
Vive
Lee Romanos 12:1-6; 1 Co 12:1-7; 1 Ti 4:14; 1 Pe 4:1-11. Ora y examínate para conocer el don que Dios te ha dado y para que lo uses para su gloria.
Lidera
Comparte con otras mujeres este testimonio. Anímense unas a otras a continuar siendo fieles a Dios en donde Él las ponga.
Recursos
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/como-glorificar-a-dios-en-el-trabajo/
¡Únete Reformadas hoy!
Y accede a los estudios Bíblicos gratuitos que satisfacen tu alma y aumentan tu fe.