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¿NUEVAS METAS O RETOS? ENFOCA Y PERSEVERA

Jan 12, 2022

Bullet points:

  • La mucha actividad no es parámetro de éxito. Cuida en qué confías para iniciar un nuevo año.
  • La emocionalidad nos juega la treta de creer que estamos en control porque “borrón y cuenta nueva”. Guárdate de seguir tus emociones.
  • La tradición nos invita a que solo en enero podemos retomar y rehacer lo que no hicimos bien el año anterior. Guárdate de confiar en ello.
  • La Biblia nos exhorta a confiar en Dios y en quién es Él, porque solo Dios sabe qué será de cada día.
  • La Biblia nos exhorta a continuar y perseverar en lo que Dios nos ha escrito y en lo que nos ha enseñado todos los días y todos los años.

¿Nuevas metas o retos? Enfoca y persevera

Todos estamos haciendo y haciendo, ¿no es cierto? Porque se siente bien ser productivas. Pareciera que nos da un sentido de valor y seguridad, tanto que muchas veces olvidamos para quién hacemos todo lo que hacemos. 

Mi esposo siempre dice que de enero a marzo los gimnasios y las universidades están repletos porque todos se proponen metas para trabajar en su salud física y en su conocimiento, y así ser exitosos en el nuevo año.  Nada de esto es malo en sí mismo, más bien, a lo que queremos exhortarte es a enfocar de un modo distinto lo tradicional y emocional que se maneja cada inicio de año y que generalmente determina o dirige nuestras metas y retos.  

Emociones y tradición

Por ejemplo, en ocasiones, el emocionalismo que rodea el inicio de año se convierte en un optimismo irreal. Es como aquella escena donde vas en un carro y el viento toca tu rostro mientras cantas tu canción favorita. Se siente bien, pero es momentáneo. Entonces, la pregunta es: ¿qué tan lejos te llevará esa sensación? No muy lejos, pues terminará en cuanto te distraigas con algo en el camino o cuando comience a llover. La intención de proponernos metas y retos con el propósito de poner orden es buena. En lo que debemos ser cuidadosas es en no dejarnos llevar por la euforia del momento o por el simple hecho de seguir la tradición, pues en cuanto esa sensación termine, algo nuevo aparezca o se presente una tormenta en tu vida, terminarás desanimada y frustrada por no llevar a cabo tus planes. 

La tradición nos dice que enero es el año para “los nuevos comienzos”. Incluso algunas enseñanzas que se denominan cristianas desean “animar” con sus palabras proféticas. Pero ni la tradición, ni las emociones ni las palabras proféticas de hombres son la solución para tus nuevas metas y retos, sino tu fidelidad y compromiso al Señor en su Palabra.

Las emociones vienen y van, solo la Palabra de Dios nos sostiene, guía, instruye y exhorta. 

Prepararte o establecer buenas metas no aseguran un buen año. De hecho, Santiago 4:13-14 NBLA lo dice así: «Oigan ahora, ustedes que dicen: “Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia”. Sin embargo, ustedes no saben cómo será su vida mañana. Solo son un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece».

Dios no tiene calendario, no opera bajo nuestros meses y días. Él se mueve en el tiempo porque Él es dueño del tiempo, de nuestros días y de nuestra vida. Nuestras metas o retos deben tener la forma de Él y la mano de Él en todo. 

Continúa y persevera

Santiago sigue diciendo: “Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora se jactan en su arrogancia. Toda jactancia semejante es mala. A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” (Stg 4:15-17 NBLA).

Antes que cualquier meta, persevera en depender en Dios, en limpiar cada día tu corazón de pecado y arrogancia; persevera en orar más y hablar menos. Somos llamadas a continuar en esta carrera de vida, comprada por Cristo, para perseverar en el poder de su Espíritu y confiar en Él.

Este nuevo año, revisa tus metas y retos, y antes de cuidarte externamente, procura cuidarte internamente; examina tu corazón a la luz de la Palabra. Si el año pasado no terminaste de leer un libro de la Biblia, retómalo y continúa. Si el año pasado no fuiste más rápida en perdonar, hoy persevera en hacerlo pronto. Si el año pasado fuiste inestable en el servicio de tu iglesia, retómalo y continúa. Si el año pasado no cultivaste tus amistades, sino que te aislaste, persevera en buscar, hacer hospitalidad y relaciones fuertes en el Señor.

Te exhortamos en estas cosas, y como leímos en el artículo anterior, cultiva tu vida en aquello que fuiste fiel el año pasado y sé mejor este año para su gloria. Ni las emociones ni las tradiciones te ayudarán, solo Dios en Cristo por medio de su Palabra, un día a la vez. 

 

Aprende

Según lo leído, ¿por qué debemos ser cuidadosas con la tradición y la emoción como guía para iniciar el año?

Vive

Escribe las áreas con las que más luchas. Adelante, escribe un pasaje bíblico o una historia bíblica que informe de qué forma te ayuda Dios a luchar con ellas, y este año persevera en ello.

Lidera

Invita a una amiga a tu casa, o a tomar un café. Hablen de la tradición y la emoción al inicio del año y juntas hagan metas sobre su vida espiritual: cómo alimentar su fe, leer libros en determinado tiempo, y propónganse animarse una a la otra durante este nuevo año.

Recursos:

https://somossoldados.org/vas-a-hacer-resoluciones-de-nuevo-ano-ten-en-cuenta-esto/

https://www.evangelioverdadero.com/al-recibir-el-anio-nuevo/

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